martes, 7 de octubre de 2014

6to. año, Actividad sobre unidad 5: "El infierno tan temido" de Juan Carlos Onetti.-

A partir de la lectura de "El infierno tan temido" y del comentario que se transcribe a continuación del escritor Mario Vargas Llosa, en "El viaje a la ficción" a propósito del cuento referido, reflexiona sobre cuáles  son los  infiernos que  plantea el autor uruguayo en el texto.
Se aconseja identificar los elementos de la narración para su mejor comprensión.-



El viaje a la ficción” ( el mundo de Juan Carlos Onetti) de  Mario Vargas Llosa.-


     … en 1957, en Ficción, una revista argentina, aparece El infierno tan temido, el más extraordinario de los cuentos de Juan Carlos Onetti  y, acaso, la más inquietante exploración del fenómeno de la maldad humana – lo que los cristianos entienden como el pecado original- de la literatura en nuestra lengua, un cuento que merecía figurar en el libro que Georges Bataille, acerado espeleólogo de la crueldad e irracionalidad, dedicó a estudiar la relación entre La literatura y el mal. Este texto solo bastaría para hacer de Juan Carlos Onetti uno de los más personales y profundos escritores de nuestro tiempo. Según el propio Onetti, el tema de este cuento se lo refirió Luis Batlle Berres- una historia que habría ocurrido en Montevideo-….
Onetti convirtió una ocurrencia probablemente banal y vulgarmente melodramática en una escalofriante exploración del alma humana.
    Las pocas páginas de que consta El infierno tan temido son engañosas, pues, aunque la historia parece de entrada claramente inteligible, la verdad es que toda ella está cargada de sobreentendidos, alusiones, pistas, referencias, omisiones y acertijos que permiten lecturas muy diversas y hacen de ella una suerte de palimpsesto en el que distintos niveles superpuestos de escritura trazan una inquietante descripción de la vocación de crueldad congénita a la condición humana.
     La historia transcurre en Santa María, en el mundo de los periodistas del diario El Liberal, y para su cabal comprensión es importante subrayar que se trata de un mundo de gentes grises y mediocres, con un horizonte vital pequeñito, roído por la frustración y la rutina. Esto es lo que representa el periodista Risso, especialista en carreras de caballos, cuyas crónicas hípicas, por los párrafos que llegamos a leer de ellas, son sartas de lugares comunes y vanidosas afirmaciones autorreferentes. Lo mismo podría decirse de la otra protagonista, la actriz Gracia César, con la que Risso se casa luego de enviudar de su primera mujer. También ella parece  una figura de segundo plano en la Cooperativa Teatral El Sótano en la que trabaja cuando Risso la conoce, alguien que nunca descollará, que permanecerá siempre en esa medianía de papeles que ya ha alcanzado. Y es precisamente porque son tan poca cosa, mera gente del montón, que nos impresiona tanto que ambos vivan una historia tan atroz –ella infligiéndola y él soportándola, por lo menos a primera vista, aunque, como veremos, ni siquiera esto resulta tan difinitivo-, una de esas experiencias que, desde la tragedia griega, estamos habituados a relacionar con los dioses, los reyes y los héroes, no con las gentes del común…