MATERIAL DEL INFORMACIÓN Y TEXTOS PARA LOS PROGRAMAS DE BACHILLERATO DIVERSIFICADO; ASIGNATURA, LITERATURA.-
miércoles, 18 de abril de 2012
lunes, 16 de abril de 2012
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER : "RIMAS"
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
"RIMAS"
(Del
libro “Rimas” de Gustavo A. Bécquer).-
(Del libro "RIMAS" de G.A.Bécquer)
"RIMAS"
"Introducción Sinfónica"
Gustavo Adolfo Bécquer
Gustavo Adolfo Bécquer
Los extravagantes
hijos de mi fantasía, duermen por los tenebrosos rincones de mi cerebro,
acurrucados y desnudos, esperando en el silencio que el Arte los vista de la
palabra, para poderse presentar decentes en la escena del mundo.
Fecunda, como el leche de amor de la Miseria, y parecida a esos padres que
engendran más hijos de los que pueden alimentar, mi Musa concibe y pare en el
misterioso santuario de la cabeza, poblándolo de creaciones sin número, a las
cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían
suficientes a dar forma.
Y aquí, dentro, desnudos y deformes, revueltos y barajados en indescriptible
confusión, los siento a veces agitarse y vivir con una vida obscura y extraña,
semejante a la de esas miríadas de gérmenes que hierven y se estremecen en una
eterna incubación, dentro de las entrañas de la tierra, sin encontrar fuerzas
bastantes para salir a la superficie y convertirse, al beso del sol, en flores
y frutos.
Conmigo van, destinados a morir conmigo, sin que de ellos quede otro rastro que
el que deja un sueño de la medianoche, que a la mañana no puede recordarse. En
algunas ocasiones, y ante esta idea terrible, se subleva en ellos el instinto
de la vida, y agitándose en terrible, aunque silencioso tumulto, buscan en
tropel por dónde salir a la luz de las tinieblas en que viven. Pero ¡ay!, que
entre el mundo de la idea y el de la forma existe un abismo, que sólo puede
salvar la palabra, y la palabra, tímida y perezosa, se niega a secundar sus
esfuerzos. Mudos, sombríos e impotentes, después de la lucha inútil lucha
vuelven a caer en los surcos de las sendas, si cae el viento, las hojas amarillas
que levantó el remolino.
Estas sediciones de los rebeldes hijos de la imaginación explican algunas de
mis fiebres; ellas son la causa, desconocida para la ciencia, de mis
exaltaciones y mis abatimientos. Y así, aunque mal, vengo viviendo hasta aquí,
paseando por entre la indiferente multitud esta silenciosa tempestad de mi
cabeza. Así vengo viviendo; pero todas las cosas tienen un término, y a éstas
hay que ponerles punto.
El Insomnio y la Fantasía siguen procreando en monstruoso maridaje. Sus
creaciones, apretadas ya como las raquíticas plantas de vivero, pugnan por
dilatar su fantástica existencia, disputándose los átomos de la memoria como el
escaso jugo de una tierra estéril. Necesario es abrir paso a las aguas más
profundas, que acabarán por romper el dique, diariamente aumentadas por un
manantial vivo.
¡Andad, pues; andad y vivid con la única vida que puedo daros! Mi inteligencia
os nutrirá lo suficiente para que seáis palpables. Os vestirá aunque sea de
harapos, lo bastante para que no avergüence vuestra desnudez. Yo quisiera
forjar para cada uno de vosotros una maravillosa estrofa tejida de frases
exquisitas, en la que os pudierais envolver con orgullo, como en un manto de
púrpura. Yo quisiera poder cincelar la forma que ha de conteneros, como se
cincela el vaso de oro que ha de guardar un preciado perfume. ¡Mas es
imposible!
No obstante, necesito descansar; necesito, del mismo modo que se sangra el
cuerpo por cuyas hinchadas venas se precipita la sangra con pletórico empuje,
desahogar el cuerpo, insuficiente a contener tantos absurdos.
Quedad, pues consignados aquí, como la estela nebulosa que señala el paso de un
desconocido cometa; como los átomos dispersos de un mundo en embrión que aventa
por el aire la muerte antes que su Creador haya podido pronunciar el Fiat Lux
que separa la claridad de las sombras.
No quiero que en mis noches sin sueño volváis a pasar por delante de mis ojos,
en extravagante procesión, pidiéndome con gestos y contorsiones que os saque a
la vida de la realidad, del limbo en que vivís semejantes a fantasmas sin
consistencia. No quiero que al romperse esta arpa vieja y cascada ya se
pierdan, a la vez que el instrumento, las ignoradas notas que contenía. Deseo
ocuparme un poco del mundo que me rodea, pudiendo, una vez vacío, apartar los
ojos de este mundo que llevo dentro de la cabeza. El sentido común, que es la
barrera de los sueños, comienza a flaquear, y las gentes de diversos campos se
mezclan y se confunden. Me cuesta trabajo saber qué cosas he soñado y cuáles me
han sucedido; mis afectos se reparten entre fantasmas de la imaginación y
personajes reales; mi memoria clasifica revueltos nombres y fechas de mujeres y
días que no han existido sino en mi mente. Preciso es acabar arrojándoos de la
cabeza de una vez para siempre.
Si morir es dormir, quiero dormir en paz en la noche de la Muerte, sin que
vengáis a ser mi pesadilla, maldiciéndome por haberos condenado a la nada antes
de haber nacido. Id, pues, al mundo, a cuyo contacto fuisteis y quedad en él
como el eco que encontraron en un alma que pasó por la tierra sus alegrías y
sus dolores, sus esperanzas y sus luchas.
Tal vez muy pronto
tendré que hacer la maleta para el gran viaje; de una hora a otra puede
desligarse el espíritu de la materia para remontarse a regiones más puras. No
quiero, cuando esto suceda, llevar conmigo, como el abigarrado equipaje de un
saltimbanqui, el tesoro de oropeles y guiñapos que ha ido acumulando la fantasía
en los desvanes del cerebro.
Rima LVII
[Poema: Texto completo]
Gustavo Adolfo Bécquer
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RIMA
LVI
(Poema,
texto completo)
Hoy
como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar... andar.
Moviéndose a compás, como una estúpida
máquina, el corazón.
La torpe inteligencia del cerebro,
dormida en un rincón.
El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándole sin fe,
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorando por qué.
Voz que, incesante, con el mismo tono,
canta el mismo cantar,
gota de agua monótona que cae
y cae, sin cesar.
Así van deslizándose los días,
unos de otros en pos; hoy lo mismo que ayer...; y todos ellos,
sin gozo ni dolor.
¡Ay, a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir!
Amargo es el dolor, ¡pero siquiera
padecer es vivir!
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar... andar.
Moviéndose a compás, como una estúpida
máquina, el corazón.
La torpe inteligencia del cerebro,
dormida en un rincón.
El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándole sin fe,
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorando por qué.
Voz que, incesante, con el mismo tono,
canta el mismo cantar,
gota de agua monótona que cae
y cae, sin cesar.
Así van deslizándose los días,
unos de otros en pos; hoy lo mismo que ayer...; y todos ellos,
sin gozo ni dolor.
¡Ay, a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir!
Amargo es el dolor, ¡pero siquiera
padecer es vivir!
(Del libro "RIMAS" de G.A.Bécquer)
PRIMER EJE TEMÁTICO: EL TIEMPO
PRIMER EJE TEMÁTICO: EL TIEMPO
UNIDAD 2.- GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER : "RIMAS".-
UNIDAD 3.- JORGE MANRIQUE: "COPLAS POR LA MUERTE DE SU PADRE".-
UNIDAD 2.- GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER : "RIMAS".-
UNIDAD 3.- JORGE MANRIQUE: "COPLAS POR LA MUERTE DE SU PADRE".-
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